Efectos de la exposición al humo de tabaco
La exposición al humo ambiental del tabaco para un fumador involuntario puede causar efectos a corto y largoplazo:
Efectos inmediatos
• Irritación de ojos, nariz, garganta y pulmones.
• Cefaleas, náuseas y mareos.
• Disminución de la capacidad del organismo de captar y usar el oxígeno.
• Para los enfermos de asma, el humo del tabaco puede desencadenar ataques inmediatos
Efectos a largo plazo
• 30 % más de riesgo de contraer cáncer de pulmón y un 30-40 % de padecer enfermedad coronaria, después de años de exposición.
Argentina tiene los niveles más elevados en América Latina de exposición al humo de tabaco ajeno. El 67 % de la población está expuesta en los hogares y 90 % en otros ámbitos.
En la República Argentina mueren 40.000 personas al año por el tabaquismo. 6.000 de ellos son fumadores pasivos, es decir aquellos que están expuestos involuntariamente, al humo del cigarrillo.
Hasta no hace mucho tiempo el tabaquismo era considerado solamente un “hábito”, de manera que la “voluntad” era un factor suficiente para dejar de fumar. Hoy se sabe que el tabaquismo genera dependencia y, por lo tanto, se considera una adicción similar a la que producen otras drogas. La causante de la adicción es la nicotina.
El humo del cigarrillo, es el contaminante más ampliamente nocivo y difundido que se pueda encontrar, y todos lo respiramos cuando compartimos un mismo espacio con fumadores.
La exposición a este humo en el ambiente de trabajo, afecta a los no fumadores y reduce las funciones de sus vías aéreas a los mismos niveles observados en personas que fuman de 1 a 10 cigarrillos por día.
El humo del cigarrillo es una mezcla del humo que espira el fumador, el humo lateral emitido por el cigarrillo entre bocanadas, los contaminantes emitidos en el aire durante la bocanada y los contaminantes que se difunden entre bocanadas a través del papel del cigarrillo y el extremo que se pone en la boca. Es una combinación compleja de más de 4.700 productos químicos en forma de partículas y gases, compuesta por más de 40 sustancias altamente tóxicas como: el monóxido de carbono, dióxido de sulfuro, amoníaco, óxidos de nitrógeno, formaldehído, cianuro, benceno y arsénico.
Las sustancias que componen los cigarrillos permanecen en el ambiente, durante 20 días, de nada sirve ventilarlos. Por otra parte, no existe un sistema que pueda eliminar del aire los contaminantes del humo de tabaco. Para lograrlo, se debería crear un flujo de aire con una fuerza equivalente a la de un huracán. Los sistemas existentes eliminan parte del olor o aspecto del humo de cigarrillo, pero no abordan los productos químicos nocivos que son invisibles e inoloros. Esto significa en realidad que la ventilación puede diluir el humo del tabaco, pero no eliminar los riesgos para la salud.
El método más directo y eficaz para eliminar el humo de tabaco en los lugares de trabajo es eliminar el tabaquismo en los lugares cerrados, con lo que se podría garantizar la seguridad de todos, frente a la exposición al humo indirecto
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